Con cariño, para Sportivo

Vení, pasá, secate las lágrimas, esas lágrimas de bronca, de tristeza, de saber que dejaste todo ahí adentro, en la 40x20, pero que no se te dio. Te invito a mirar atrás, a recorrer juntos la historia de esta pasión.

Llegaba el mes de febrero, con un calor insoportable, decidiste sumarte a Sportivo Barracas o seguir apostando al proyecto del club. Pasaste las pruebas, te tuvieron en cuenta para el plantel y te subiste al tren de las arrabaleras. Un tren que inició su marcha en abril/mayo del año pasado. Sabías que este año iban a jugar el torneo de AFA y eso te motivaba, te ilusionaba. Pero tenías que jugar con esos clubes gigantes del Futsal femenino argentino. Vos venias de jugar once, de estar en otras ligas. Se fueron haciendo grandes jugadoras sumadas a las bestias que ya venían jugando desde hace varios años a la disciplina.

Que arranca, que no, que en abril, que en mayo, que en junio. Pero arrancó. Entrás al vestuario, debutás, juegues o no sabías que era tu primer partido, nervios y encima enfrente River. Ganaron, uf, te sacaste un peso de encima pero te ilusionabas porque sabían que estaban para más que ser un plantel nuevo que recién hacía sus primeras armas en el Futsal. Partido a partido te fuiste convenciendo de que esto pasaba a ser una realidad. A veces alguna derrota o jugar mal te hacía dar ganas de dejar de soñar. Pero llegó la segunda etapa del torneo y no paraste.

Fueron seis partidos increíbles, fueron la consecuencia de todo el trabajo de meses y meses. Con dos días de entrenamiento, en el lugar que podían. Si la cancha era muy chica, no había espacio para que pudieras entrenar bien. Si la cancha era grande, la superficie era de césped sintético y el arco el doble de grande. ¿Qué te va a importar? Si estabas haciendo tu sueño realidad, si te cagabas de risa en todos los entrenamientos, si disfrutas con la pelota debajo de la suela, si querías que llegue el martes y el jueves para dejar todos tus problemas atrás y correr atrás de la pelota, blanca, naranja, azul o del color que fuera.

Te clasificaste a los play-off y cualquier rival que tocaba era complicado. Bomberos fue el último pero se lo respetaba igual. Costó, mucho. Se sufrió, mucho. Se festejó, muchísimo. El que sigue, por favor, que no me quiero bajar de acá nunca. Llegaron las semifinales y tocó Comunicaciones, con Delfina Fernández enfrente, esa que tira centros de rabona con la facilidad de hacer una cuenta de 2+2. Empate en la ida y que se defina todo en la vuelta. Perdíamos pero igual, con los dientes apretados y con todo lo que había que poner ganaron y a la final. ¡A LA FINAL! Que me despierte alguien porque no lo puedo creer, estabas a un partido de ser campeona.

Llega el día previo al último partido del año, tu final, eso que soñaste allá en febrero, pero deja de soñar, porque el partido ya arranca, lo estás viviendo. Contaste las horas, minutos, segundos, milésimas. Entraste al vestuario, te pusiste la camiseta de Sportivo Barracas y saliste a la cancha a jugar. Dejaste el alma adentro de la cancha, no podes creer como se escapó el partido.

Pero déjame decirte una cosa, sos campeona. Campeones no son solo los que levantan la copa, se cuelgan la medalla y dan la vuelta olímpica. Deja de llorar, deja la bronca de lado. Sos campeona porque hiciste un grupo bárbaro, conseguiste lo más importante y de la mano de tus compañeras y un cuerpo técnico de la puta madre llegaste a la final. No se pudo pero te llevas muchos recuerdos que vas a guardar para toda la vida. El deporte siempre da revancha, lo sabes. El laburo, el estudio, el cansancio, nada fue impedimento para ustedes. Esta noche el campeón del torneo fue San Lorenzo, pero este equipo no se va con las manos vacías. Dejaron al club en lo más alto, se ganaron el respeto de quienes decían que eran un equipo chico y el año que viene van a ser los que se preocupen porque juegan contra Sportivo Barracas.

Con sacrificio, con ganas, con sudor, con hambre, con garra y con mucho más dejaste a tu equipo en la final, en el partido que todos quieren llegar. Son un orgullo para todos. Para la familia de cada una, ese sostén que tenemos todos, haceme caso, agarrá a quien tengas al lado y pegale un fuerte abrazo, agradecele por haber bancado cada locura, por aguantarte cuando llegabas muerta de entrenar, por cada “no” que le dijiste porque vos querías ir a hacer lo que más te gusta y no te dijo nada porque siempre te acompañó en cada decisión que tomaste. Abrazalo y decime si no somos todos campeones, si pese a la amargura de haber perdido no te quedas tranquila de que dejaste todo, de que ganaste más de lo que perdiste.

Gracias infinitas a todo el plantel de Sportivo Barracas que hizo esto posible. Dejamos todos en Atlanta lágrimas de tristeza, pero brindamos para que el año que viene este deporte nos de revancha y todos juntos podamos dar la vuelta. El agradecimiento es eterno, al igual que las ganas de que arranque el 2017 para que el tren de esta pasión arrabalera vuelva a ponerse en marcha, lleno de los sueños de ustedes, lleno de los sueños de nosotros, lleno de los sueños de todos.

Sofi y Agus